LOS NACIONALISMOS |
Estimados estudiantes:
Me da un enorme gusto saludarlos y darles la bienvenida a este nuevo curso virtual que nos va a posibilitar darle continuidad a nuestro proceso académico en este año escolar.
El colegio Inem, frente a la situación actual de aprendizaje en casa en condición de aislamiento, les ofrece mediante esta herramienta estrategias de aprendizaje que solo será posible adelantar con la participación y el compromiso de todos ustedes mediante la puesta en práctica nuestro principio institucional de la autonomía.
La base de nuestro trabajo en todo momento será siempre el dialogo, por esta razón espero que todos contribuyan a enriquecer este trabajo con sus aportes y que no duden en plantear sus inquietudes. Lo pueden hacer escribiéndome al correo:
j.ayala@ieinemcali.edu.co
Tenemos aún muchos retos, sabemos que no todos tienen acceso a la tecnología en casa o no cuentan con conectividad, pero no se preocupen, estamos atravesando una situación en donde por sobre todas las cosas esta la vida, luego ya veremos cómo lo resolvemos. Mientras tanto practiquen las acciones de cuidado y auto-cuidado que se requieren para preservar la vida propia y la de los demás, acojan las condiciones de aislamiento requeridas para poder impactar la velocidad de propagación del virus, conviertan su hogar en un entorno seguro y protegido, tomen decisiones para hacerle frente y conviertan esta experiencia en una oportunidad que reestructure el sentido de sus vidas. Tengan la certeza que con la ayuda de Dios, vamos a recuperar en un futuro cercano, la normalidad de nuestras vidas.
A continuación relaciono las actividades que deben desarrollar:
A continuación relaciono las actividades que deben desarrollar:
Actividad virtual 1
TEMA: LOS NACIONALISMOS
Lee con atención el siguiente texto:
LA AMENAZA DE LOS NACIONALISMOS. Por: Mario Vargas
Llosa
Friedrich Hayek escribió en "Camino de
servidumbre" (1944 -1945) que los dos mayores peligros para la
civilización eran el socialismo y el nacionalismo... El nacionalismo sigue siendo cada vez más, no de la manera explícita con que
aparecía cuando Hayek estampó aquella frase, encarnado en los rostros
tremebundos del nazismo de Hitler, el fascismo de Mussolini o del franquismo.
En nuestros días, el nacionalismo ya no es tan sesgado hacia el extremismo derechista como entonces; hoy es, más bien, un animal proliferante y escurridizo, de muchas cabezas, que adopta comportamientos diversos y adversarios entre sí. Contrariamente a lo que muchos optimistas llegaron a pensar, que, luego de la hecatombe de las dos guerras mundiales provocadas por él, iría languideciendo hasta desvanecerse, o vegetaría en los márgenes de la vida política de las naciones occidentales, enquistado en grupos políticos huérfanos de representación electoral, el nacionalismo ha experimentado un notable resurgimiento.
En nuestros días, el nacionalismo ya no es tan sesgado hacia el extremismo derechista como entonces; hoy es, más bien, un animal proliferante y escurridizo, de muchas cabezas, que adopta comportamientos diversos y adversarios entre sí. Contrariamente a lo que muchos optimistas llegaron a pensar, que, luego de la hecatombe de las dos guerras mundiales provocadas por él, iría languideciendo hasta desvanecerse, o vegetaría en los márgenes de la vida política de las naciones occidentales, enquistado en grupos políticos huérfanos de representación electoral, el nacionalismo ha experimentado un notable resurgimiento.
Esto es válido sobre todo para España, donde poderosos movimientos nacionalistas en Cataluña y el País Vasco (y, de menor caudal, en Galicia y Canarias) plantean un riesgo de fragmentación a una soberanía que cuestionan, algunos pacíficamente y, otros, con métodos violentos. Pero también lo es en países donde el nacionalismo parecía más apagado.
En el Reino Unido, por ejemplo, hasta hace pocos años, el Partido Nacionalista Escocés era una simpática curiosidad folclórica con faldas a cuadritos multicolores y gaitas. Hoy es la segunda fuerza política de Escocia, donde, por primera vez en la historia moderna de Gran Bretaña, las encuestas revelan que casi la mitad de los escoceses son favorables a la independencia. En Francia, Le Front National de Le Pen, antes de dividirse, atrajo en un momento entre el 15 y el 20% del electorado. En Austria casi un tercio de los votos respalda el llamado Partido Liberal de Jorg Haider. En Italia, aunque algo disminuido, el movimiento nacionalista de Umberto Bossi, la Liga Lombarda, sigue empeñado, en teoría, en desgarrar al país, separando del resto a todo el Norte, la fantasmal Padania. A un líder del Partido Revolucionario Institucional mexicano se atribuye haber explicado la filiación ideológica de su partido con esta afirmación, digna de Mario Moreno, Cantinflas: "El PRI no es de derecha ni de izquierda sino todo lo contrario".
Atención, no estoy
borrando las fronteras abismales que separan a los nacionalistas que
practican el terrorismo de los nacionalistas que actúan en la legalidad y
rechazan los métodos violentos. Naturalmente que constituye una diferencia sustancial
defender un ideal de manera pacífica, por la vía de las elecciones y dentro de
la ley, o asesinando, secuestrando y plantando coches bomba.
Son diferencias que, en términos prácticos, permiten la coexistencia social o la enfadan hasta hacerla estallar en una orgía de sangre, como ocurrió en Bosnia y en Kosovo y está ocurriendo en Macedonia. Pero, sin que esto signifique devaluar el compromiso con el pacifismo y la legalidad de los movimientos nacionalistas que rechazan la acción directa y optan por la vía electoral, debo decir también que no son los métodos y las conductas lo que determina que un movimiento político sea nacionalista, sino un núcleo básico de afirmaciones y creencias que todos los nacionalistas “pacíficos o violentos” suscriben.
Son diferencias que, en términos prácticos, permiten la coexistencia social o la enfadan hasta hacerla estallar en una orgía de sangre, como ocurrió en Bosnia y en Kosovo y está ocurriendo en Macedonia. Pero, sin que esto signifique devaluar el compromiso con el pacifismo y la legalidad de los movimientos nacionalistas que rechazan la acción directa y optan por la vía electoral, debo decir también que no son los métodos y las conductas lo que determina que un movimiento político sea nacionalista, sino un núcleo básico de afirmaciones y creencias que todos los nacionalistas “pacíficos o violentos” suscriben.
He dicho afirmaciones y creencias, no ideas, de manera deliberada. El punto de partida de toda doctrina nacionalista es un acto de fe, no una concepción racional y pragmática de la historia y de la sociedad. Un acto de fe colectivista, que infunde a una entidad mítica “la nación” de atributos trascendentales, capaces de mantenerse intangibles en el tiempo, intactasa las circunstancias y a los cambios históricos, preservando una coherencia, homogeneidad y unidad de sustancia entre sus miembros y elementos constitutivos, aunque, en la contingencia, aquella unidad sea invisible y pertenezca al dominio de la ficción.
Junto al colectivismo, el esencialismo metafísico es ingrediente central del nacionalismo. Para esta doctrina, los individuos no existen separados de la nación, placenta materna que les da el ser, la identidad, palabra clave de la retórica nacionalista, que los vivifica social, cultural y políticamente, y que se manifiesta a través de ellos en la lengua que hablan, las costumbres que practican, las vicisitudes de una historia que comparten, y, también, en algunos casos, en la religión, la etnia o raza a la que pertenecen, o, incluso, la conformación craneal y el grupo sanguíneo de que Dios o el azar quiso dotarlos.
Esta utópica noción de una comunidad perfectamente homogénea y unitaria se desvanece apenas intentamos contrastarla con las naciones reales y concretas de la realidad, donde, todas, unas más, otras menos, lucen una heterogeneidad, en los dominios cultural, racial y social, al extremo de que la noción de "identidad colectiva" (no se diga de "identidad nacional") resulta un concepto falso, que, bajo su pretensión uniformizadora, desnaturaliza siempre una rica y fecunda diversidad humana.
El nacionalismo contrarresta este desmentido a sus tesis con otra de sus llaves maestras, el victimismo: una larga lista de agravios históricos y usurpaciones políticas y culturales de la potencia colonizadora e imperial para destruir, contaminar y degenerar a la nación víctima. Algo que aquélla ha intentado e intenta todavía, pero, alto ahí, sin conseguirlo nunca. No importa cuán atroces hayan sido los crímenes cometidos por el conquistador, ni cuántos siglos haya durado aquel genocidio sistemático para privar a la nación invadida, ocupada y "aculturada", ésta sobrevive. La nación víctima, digan lo que digan las mentirosas apariencias, por debajo de ellas ha seguido resistiendo, conservando su esencia, fiel a sus ancestros y a sus fuentes, con el alma intacta, esperando la hora de la redención de su soberanía arrebatada y de su libertad suprimida.
Naturalmente, esta lista de ofensas se asienta casi siempre en algunas verdades históricas. Pero sería un error creer que las violencias y abusos cometidos en el pasado por pueblos fuertes contra pueblos débiles son la razón de ser del nacionalismo.
Si fuera así, el nacionalismo proliferaría como una epidemia en todas las comarcas del planeta. ¿Hay acaso algún país que no tenga desagravios que reclamar a la historia? No hay sociedad que, cuando vuelve la cabeza y examina su pasado, no se encuentre con un espectáculo de horror, de crímenes y atropellos indecibles que se cometían tanto transversal (entre sociedades, pueblos y naciones) como verticalmente (entre clases e individuos poderosos contra clases, grupos e individuos indefensos en el interior de cada sociedad), lo que hace de la historia de todos los países, también, aunque no únicamente, una historia universal de la infamia.
Si se trata de ajustar cuentas al pasado, ¿alguien duda de que un extremeño, un andaluz, un castellano padecieron menos de la prepotencia, la intolerancia, los abusos de los poderosos que vascos, catalanes o gallegos? Pero sólo para el nacionalismo aquellas injusticias históricas son colectivas y hereditarias, como el pecado original.
El nacionalismo necesita de aquellos agravios históricos para justificar sus pretensiones de víctima de una injusticia pasada de carácter comunitario a la que sólo dará satisfacción la reconquista de la independencia perdida. Los necesita, también, para explicar la supuesta adulteración de la unidad nacional (en el dominio de la lengua, de la cultura, de las instituciones y hasta de la raza) y para justificar las políticas que se propone impulsar desde el poder a fin de restablecer la pureza e integridad de la nación, manchadas por siglos de dominio extranjero.
Muchos nacionalistas vascos, pacíficos y bien intencionados, quedaron espantados, hace unos meses, cuando se dio a conocer, con justificado escándalo, que en una ikastola (escuela) del País Vasco se castigaba, obligándolos a llevar los bolsillos llenos de piedras, a los niños a quienes se sorprendía hablando español en vez de eusquera. Sin embargo, lo cierto es que, a pesar de la vocación pacífica de la mayoría de los nacionalistas, en esta ideología, en su concepción del hombre, de la sociedad y de la historia, anida una semilla de violencia, que germina sin remedio cuando se vuelve acción de gobierno, si el nacionalismo es consecuente con sus postulados, sobre todo el principal: su empeño por reconstruir aquello que Benedict Anderson llama "la comunidad imaginada", es decir la ilusoria nación integrada cultural, social y lingüísticamente, en cuyos retoños humanos se transformaría la identidad nacional.
Fernando Savater, un pensador vasco, explica
así el irremediable parentesco entre totalitarismo y nacionalismo en el caso de
ETA: El
totalitarismo consiste en la negación exterminadora del otro, no en la
hostilidad al adversario político. Para ETA sólo son vascos viables (es decir, no candidatos al
exilio o a la liquidación)
los nacionalistas de uno u otro signo, sean los que se equivocaron aceptando el
estatuto de autonomía, los héroes que lo rechazaron desde el principio o los
conversos que poco a poco han llegado a la luz. El resto son españolistas
recientemente envalentonados que viven entre los vascos, contra los cuales se
predica sin rodeos la "persecución social".
Ahora observa con atención el siguiente vídeo, si al darle click no se reproduce, debes dar click en la opciòn "ver en you tube".
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1. Definir las palabras subrayadas
2. Identificar la idea
central en cada párrafo y escribirla en una frase
3. Según el autor cuál
es la transformación que ha tenido el Nacionalismo en las últimas décadas
4. Ubica en un mapamundi
los movimientos nacionalistas contemporáneos mencionados en el texto
5. Consulta sobre al
menos uno de estos movimientos
6. Argumenta por qué
para el autor, el concepto de “identidad colectiva”, resulta ser falso
7. Explica la frase de
Benedict Anderson: “Toda Nación es una comunidad imaginada”
8. De qué manera Fernando
Savater, explica el parentesco entre totalitarismo y nacionalismo ETA
9. Con base en el vídeo responde:
a) ¿Es la patria una “esencia”? Es decir, su identidad está fijada desde sus orígenes. ¿O es una “contingencia”? O sea, una identidad cuyos rasgos son impuestos desde afuera.
b) ¿Qué función cumplen los próceres, los relatos, las canciones patrias, la bandera, el escudo y el himno, en torno a la construcción de una nación?
c) ¿Qué significa el concepto de “multiculturalismo”? ¿Por qué se afirma que este concepto podría reemplazar la idea de Nacionalismo?
d) ¿Por qué pensar en los extranjeros, desplazados, refugiados e inmigrantes nos permitiría enriquecer nuestra idea de nación?
Deben enviar evidencia del trabajo realizado al correo j.ayala@ieinemcali.edu.co, antes del 29 de Mayo de 2020. Se les recomienda dosificar bien el tiempo, pues tienen 6 semanas para desarrollarlo. Al enviar el correo recuerden escribir en "asunto" nombre completo y grupo.
9. Con base en el vídeo responde:
a) ¿Es la patria una “esencia”? Es decir, su identidad está fijada desde sus orígenes. ¿O es una “contingencia”? O sea, una identidad cuyos rasgos son impuestos desde afuera.
b) ¿Qué función cumplen los próceres, los relatos, las canciones patrias, la bandera, el escudo y el himno, en torno a la construcción de una nación?
c) ¿Qué significa el concepto de “multiculturalismo”? ¿Por qué se afirma que este concepto podría reemplazar la idea de Nacionalismo?
d) ¿Por qué pensar en los extranjeros, desplazados, refugiados e inmigrantes nos permitiría enriquecer nuestra idea de nación?
Entregable
Deben enviar evidencia del trabajo realizado al correo j.ayala@ieinemcali.edu.co, antes del 29 de Mayo de 2020. Se les recomienda dosificar bien el tiempo, pues tienen 6 semanas para desarrollarlo. Al enviar el correo recuerden escribir en "asunto" nombre completo y grupo.
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